En el Colegio damos mucha importancia a la alimentación, por eso queremos crear hábitos saludables en nuestros niños. Esto incluye darle la importancia que se merece a un desayuno sano y completo. La primera comida del día activa el metabolismo, por lo que es vital que nuestros alumnos desayunen de forma adecuada y traigan al Colegio alimentos saludables.
El pasado 13 de febrero se celebró el Día Nacional del Desayuno (DND), promovido por la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Se aprovechó la ocasión para presentar al informe «Estado de situación sobre el desayuno en España»:
El desayuno, como primera comida del día, se considera una de las ingestas más importantes, ya que ayuda a reorganizar los cambios metabólicos sufridos durante la noche. Aporta la energía y los nutrientes que el organismo necesita para empezar la jornada y suele incluir el primer líquido ingerido del día, lo que contribuye a mantener un estado de hidratación correcto. Para que un desayuno sea completo, debe aportar entre el 20-25% de las necesidades energéticas diarias e incluir al menos tres grupos de alimentos. Según se recoge en el informe, el 25% de la población realiza un desayuno completo, el 37% lo hace de forma aceptable y el 38% realiza un desayuno incompleto.
En este artículo hay mucha información útil que resumimos a continuación:
Los desayunos cada vez son más ligeros y rápidos, con el cambio en nuestro estilo de vida y la falta de tiempo. También es frecuente que lo omitamos, o que elijamos alimentos nutricionalmente incompletos y poco variados, algo que vamos arrastrando el resto del día y que supone un desequilibrio horario en las demás comidas.
El desayuno debe sumar el 16% de la ingesta energética de la jornada, y tomar solo café o un zumo no es ni suficiente ni saludable. Tampoco lo será si le sumamos productos procesados ricos en azúcares y grasas poco saludables, como es la bollería industrial.
El desayuno más sano es aquel que es variado, completo y equilibrado. Deberemos diseñarlo en función del tipo de persona y su actividad física e intelectual. Hay muchas combinaciones posibles, pero es recomendable que variemos cada día lo que tomamos, para no caer en rutinas y aburrirnos. Además, el momento del desayuno es una buena ocasión para disfrutar de un rato en familia y contarnos cómo va a ser nuestro día.
Un desayuno saludable debe incluir alimentos de tres grupos básicos: leche, cereales y fruta. Mejor si es fruta fresca y entera y si son derivados lácteos o de cereales sin azúcar añadido ni grasas.
También podemos tomar otros alimentos, como el aceite de oliva virgen, el tomate, los frutos secos, jamón, mermelada, miel, etc. Con un desayuno así, aportaremos a nuestro cuerpo hidratos de carbono complejos, fibra, proteína, agua y grasa en cantidades óptimas, además de cubrir las necesidades de vitaminas y minerales.