Ya hemos hablado en otras ocasiones de la labor de Robert Swartz en el mundo de la educación. Compartió con nosotros su enfoque innovador en marzo de 2017, en un EduTALK en el que pudimos conocer más sobre su apuesta por el Aprendizaje Basado en el Pensamiento (TBL).
El pensamiento crítico es una de las bases de nuestro programa educativo, con el que los Colegios CEU preparamos a los líderes del futuro. En la actualidad, la educación más innovadora trabaja de forma firme para poner las competencias en el centro, entre las que destaca el pensamiento crítico. Es una habilidad cognitiva que se desarrolla a través de varios procesos, como son «conceptualizar, comparar, aplicar, analizar, inferir y sintetizar», según señalan en el blog de EduCaixa.
Desarrollando esta habilidad, los alumnos conseguirán pensar de forma autónoma y crítica, además de mejorar su rendimiento académico. Contar con ella es imprescindible para la toma de decisiones tanto a nivel personal como profesional.
Se acabó el memorizar contenidos y repetirlos. Robert Swartz se ha mostrado muy contrario a este tipo de enseñanza, con razón. Para ir más allá y estimular las habilidades del pensamiento crítico se hace necesario promover hábitos y habilidades enfocadas a estimular el pensamiento de orden superior. Para ello hay que:
La gran ventaja de una educación que promueve el pensamiento crítico es que esta habilidad que consigue el alumnado le acompañará siempre. El TBL de Robert Swartz por el que apostamos los Colegios CEU es un método de aprendizaje profundo con el que se aprende a pensar.
En su libro de 2008 «El aprendizaje basado en el pensamiento. Cómo desarrollar en los alumnos las competencias del siglo XXI», Swartz señala los tres elementos del pensamiento eficaz:
El papel del profesor se transforma: pasa a ser un guía que plantea retos a los alumnos. El objetivo de esos retos es que aprendan a pensar, analizar, contrastar, clasificar, formular hipótesis y debatir. Así consiguen desarrollar su pensamiento crítico, analítico y también el creativo, enfocándolos hacia la resolución de problemas.
De esta manera los alumnos crean el hábito de pensar de forma crítica, por lo que comenzarán poco a poco a automatizar estos procesos. Serán capaces por sí mismos de reflexionar de distintas maneras para conseguir sus metas sirviéndose de sus habilidades.