El lenguaje diferencia al ser humano del resto de animales, por su complejidad y las peculiaridades a nivel cerebral que nos permiten hablar. El lenguaje no es más, ni menos, que la codificación y decodificación de señales sonoras y visuales. En este proceso son varias las partes del cerebro que se activan y que además nos permiten aprender otras habilidades relacionadas. Es el caso de la lectura o la escritura.
En lenguaje es una pieza fundamental para la socialización de niños y niñas. A través de él se relacionan con quienes les rodean, conocen su entorno y llegan a entender el funcionamiento de las cosas. También es el medio fundamental para el pensamiento y la imaginación.
Por todo esto, para el desarrollo correcto del lenguaje es básico trabajar las habilidades neurolingüísticas. Esto implica promover varias funciones del cerebro con el objetivo de mejorar el lenguaje. Nos referimos al desarrollo motriz y auditivo, a la lateralidad, a la compresión lectora y a las expresiones oral y escrita.
Las personas responsables de la educación de los/as más pequeños/as tenemos la obligación de animarles a leer. Podemos hacerlo desde distintos ámbitos: la narración oral, la escritura, el teatro y otras formas de expresión. Por esta razón celebramos con frecuencia en la Biblioteca escolar animaciones a la lectura y actividades para el alumnado más mayor. Leer ayuda al desarrollo integral infantil, por eso es muy positivo que entren en contacto con los libros desde que son bebés.
Es un instrumento fundamental para desarrollar las habilidades lingüísticas el lenguaje. Por ello es positivo que escriban sus propios textos, y también es buena idea proponerles juegos y técnicas imaginativos, mostrarles la tradición oral local, hacer juegos fonéticos, fomentar el recitado, cantar canciones, contar cuentos, escribir diarios…
Según la edad se les explicará cómo son los distintos tipos tipos de escritura, ya sea la personal (diarios, cuadernos de viajes), la creativa (poemas, cuentos, historias, ensayos) la expositiva (noticias, instrucciones, exámenes), la persuasiva (publicidad, opinión) o la funcional (cartas, felicitaciones, resúmenes).
Dominar la expresión oral no es solo saber comunicarse con eficacia. También sirve para el correcto desarrollo cognitivo, para entender el entorno y prevenir disfunciones del habla.
A través del lenguaje oral trabajamos la respiración, la memoria auditiva, la fonética y fonológica, la morfosintaxis, el vocabulario o las habilidades metalingüísticas (concentración, atención, memoria). A diario hay muchas situaciones en el aula para estimular la expresión oral, desde Infantil, hasta el trabajo de la oratoria en etapas posteriores.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo trabajamos en el Colegio CEU Virgen Niña estos conceptos: