Utilizar las TIC en las aulas, una mejora del aprendizaje con visión de futuro
En los últimos tres lustros, la evolución en la incorporación de nuevos avances tecnológicos en las aulas ha sido extraordinaria. De hecho, el Colegio CEU Jesús María Alicante ha sido pionero en Europa en lo que se ya denomina EdTech: la aplicación en las clases de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
Nuestro objetivo es ofrecer la mejor experiencia educativa a nuestro alumnado desde la educación infantil. En esa etapa ya se inician en el mundo de la robótica, familiarizándose con la construcción de pequeños bots.
De esta forma los estudiantes trabajan en el aula con herramientas con las que conviven fuera de ella. Además, no podemos obviar que, algún día, se enfrentarán a profesiones que hoy ni siquiera existen, todas relacionadas con el uso de las TIC.
Queremos conceder a la tecnología la importancia que merece, porque será vital tanto para ayudarlos a encontrar un puesto de trabajo como para su posterior progreso profesional. Al familiarizarse desde pequeños con entornos tecnológicos, adquieren las competencias digitales que cada vez demanda más el mundo laboral. Ya de entrada, los chicos y chicas mejoran su capacidad para gestionar la información y procesarla, y aprenden a aprender.
Nuestros alumnos utilizan a diario ordenadores, iPads, pizarras digitales interactivas, etc. Investigan y completan sus deberes con herramientas multimedia. Está comprobado que usarlas favorece a los alumnos en estos puntos:
Lejos de deshumanizar la enseñanza o desplazar la figura del docente —como piensan algunos—, las TIC favorecen la comunicación entre profesores y alumnos.
De hecho, no solo las usan para comunicarse entre compañeros de clase, también lo hacen con sus profesores y profesoras, llegando incluso a colaborar a la hora de llevar a cabo proyectos escolares.
En este sentido, nuestros docentes se esfuerzan en investigar en busca de nuevos recursos, también para actualizar su formación de cara a optimizar el potencial didáctico de estas herramientas. El hecho es que, por sí solas, las tecnologías no imparten las clases. Es preciso adaptarlas a las metodologías y currículos de cada materia, lo que les ha permitido pasar de una enseñanza estática a una muchísimo más dinámica, enriquecedora y, por tanto, gratificante para la convivencia en las aulas.
El uso de las TIC no sólo mejora el aprendizaje de las asignaturas más técnicas, como las matemáticas o la física y la química. También resultan muy útiles para aprender ciencias sociales, naturales… De igual modo lo son para la lengua, pues con ellas los alumnos pueden mejorar su ortografía, su comprensión lingüística y su fluidez lectora. Además de mejorar sus competencias de comunicación lingüística, las TIC favorecen su autonomía e impulsan su iniciativa personal.
Con las TIC, los alumnos trabajan solos y de forma colaborativa. Así, realizan ejercicios entre todos, haciendo comentarios colectivos a partir de la información que les facilitan los profesores, que está contenida en los libros, o bien que encuentran en Internet.
Además, estas herramientas permiten la corrección pública de ejercicios, permiten que los alumnos aprendan a realizar presentaciones más impactantes de sus trabajos escolares —algo que en el futuro les servirá para presentar proyectos laborales—, e incluso que expliquen a otros compañeros asignaturas complejas para estos, experimentando con ello también el rol de profesor.
Nuestros profesores, además de actualizar sus conocimientos y, por tanto, reciclarse constantemente, se esfuerzan por aprender cómo adaptar las TIC a sus materias. Todo ello sin olvidar inculcar en sus alumnos los valores positivos que pueden aportar estas herramientas a los procesos de aprendizaje de las diferentes asignaturas. Y trabajan también en las clases para que chicos y chicas, desde pequeños, tomen conciencia sobre el uso adecuado y responsable de la tecnología.