La responsabilidad no es solo cosa de adultos
Con la pandemia, la palabra «responsabilidad» está en boca de todos. Pero siempre, mayores y pequeños/as debemos ser responsables, en el sentido de ser capaces de reconocer y aceptar las consecuencias de nuestros actos y decisiones.
La responsabilidad infantil es una habilidad que se aprende, como tantas otras. Para que entiendan la importancia de ser responsables y sepan cómo llegar a serlo, debemos transmitirles varios conceptos relacionados, como son la confianza, el compromiso y la perseverancia. Las personas mayores tenemos que dejarles hacer, guiándoles siempre, pero nunca limitando su capacidad para tomar decisiones.
Tradicionalmente, se ha basado la responsabilidad de niños y niñas en la obediencia a los mayores, y no tanto en su capacidad para decidir por sí mismos. Sin embargo, los/as más jóvenes nos están demostrando que son capaces de ser responsables tanto de manera individual —por ejemplo, respetando las normas sanitarias— como colectiva —por ejemplo, implicándose en acciones por el clima—.
Confiando en su capacidad para elegir bien estaremos, además, apuntalando su autoconfianza. También es importante que valoren la importancia del esfuerzo y la constancia, para reafirmar su responsabilidad.
Consejos para ayudar a los niños a desarrollar la responsabilidad
Debemos adaptarnos a la edad y capacidades individuales de los niños, teniendo siempre en cuenta su necesidad de jugar y divertirse. Si les exigimos de más, podemos generarles tensión emocional. Así:
- Hacer los deberes es una buena manera de que gestionen su tiempo por sí mismos, siendo capaces de distribuir también las horas de juego. Además, aprenderán a lograr objetivos a través de la constancia.
- Participar de las tareas del hogar les hará desarrollar el sentido de la responsabilidad hacia los demás y entender la importancia de la colaboración. Debemos plantearlo como un juego, más que una obligación, para que les resulte entretenido.
- Enseñarles responsabilidad con el ejemplo es más valioso que hacerlo con palabras. Los niños hacen lo que ven hacer, por lo que los primeros que debemos ser responsables somos las personas mayores. Cuando nos equivocamos, también es importante reconocerlo con honestidad, e indicarles la manera correcta de hacer las cosas.
- Felicitarles cuando cumplen con sus obligaciones y reconocer sus pequeños logros les hará entender la importancia de cumplir con sus responsabilidades.
- No debemos responsabilizarnos de sus tareas, pero sí orientarles y aconsejarles, siendo firmes y pacientes.
Educar en la responsabilidad se enmarca en una educación en valores como la que ofrecemos en los Colegios CEU, que son vitales para su futuro personal y profesional. En esta labor contamos siempre con el aporte y compromiso de las familias, para lograr que nuestros alumnos se conviertan en adultos felices y de éxito.