Niños y niñas tiene como derecho fundamental el poder jugar, divertirse y disfrutar de actividades lúdicas y recreativas. Se reconoce así en el principio 7 de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959. En este documento se señalaba también que «el niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, orientados hacia los fines perseguidos por la educación». Además, se responsabilizaba a la sociedad y los organismos públicos de promoverlo y defenderlo.
No fue hasta treinta años después cuando se recogió el derecho al juego en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño:
El derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.
El juego es garantía de salud física y emocional para los más pequeños. Además, es fundamental para su correcto desarrollo. Por todas estas razones podemos decir que es una necesidad. La diversión, el esparcimiento o la despreocupación no pueden faltar en una infancia feliz y plena.
Cuando niños y niñas juegan, entran en acción los planos emocional, psicológico, físico y motriz, cognitivo y social. Es por ello que resulta una herramienta útil y eficaz en el aula; los niños adquieren con más facilidad e interés conocimientos si lo hacen jugando.
El juego va muy unido a la forma de aprender en los primeros años: los más pequeños/as insistirán en hacer algo hasta que lo consigan. Como adultos debemos respetar sus tiempos e intereses, fomentar su curiosidad y proporcionar aquello que necesiten para desarrollar el juego. Con él consiguen todo esto:
El juego también sirve para transmitir la cultura y las tradiciones, así como para estrechar los vínculos intrafamiliares. Promover el juego en familia es muy positivo para las relaciones intergeneracionales y la afectividad.
Por todas estas razones, en el Colegio CEU Virgen Niña lo tenemos muy presente. Las aulas de 3 a 5 años son lugares muy especiales, repletos de juguetes educativos y de material adaptado a su edad. Lo que se busca es despertar sus sentidos y hacer de sus horas en el Colegio encuentros divertidos. En estas edades el aprendizaje se plantea siempre como un juego, en el que la creatividad y la espontaneidad son centrales.
Pero, a lo largo de las distintas etapas escolares continuará estando muy presente. Jugar es algo que las personas seguimos haciendo a medida que crecemos, aunque vayan cambiando las propuestas lúdicas y los intereses. En ESO, por ejemplo, la gamificación o ludificación tiene un papel relevante en todas las materias. El objetivo es que el alumnado se motive, participe y sea protagonista de su aprendizaje; algo muy parecido a cómo se plantea el jugar en los primeros años para acercarles a la lectura o la escritura.