Lo teníamos todo diseñado, avanzábamos sobre seguro, implementábamos nuevas metodologías que mejoraban el proceso enseñanza/aprendizaje y el resultado no se hacía esperar.
– ¡TODO CONTROLADO!
PBL, flipped classroom, gamificación, aprendizaje cooperativo, Design Thinking, Thinking Based Learning, Aprendizaje Basado en Competencias, Aprendizaje Basado en Problemas, Educación Emocional, Aprendizaje Basado en Retos.
Íbamos avanzando sobre seguro, porque además las nuevas tecnologías formaban parte de nuestro entorno académico, apoyando el trabajo del docente.
– ¡BIEN!
Sin embargo, el 9 de marzo todo cambió. No habíamos previsto la aparición de una pandemia.
– ¡TENÍAMOS QUE TRABAJAR DESDE CASA!
– ¡Cerrábamos físicamente el colegio, pero debíamos seguir formando a nuestros alumnos!
Menos mal que contábamos con la tecnología, era nuestra aliada para contactar con ellos. Pero, solo era una herramienta, no es lo mismo tener alumnado de manera presencial que hacerlo a través de una pantalla. Necesitábamos atraer su atención y hacerlo con imaginación. Debíamos desarrollar nuevas ideas, teníamos que ser originales. El pensamiento creativo se había convertido en una necesidad.
Resultado de ello, han surgido acciones muy interesantes que han requerido grandes dosis de valor. El profesorado ha corrido riesgos y profundizando en su conocimiento y habilidades ha generado acciones que han resultado muy eficaces.
Lo cierto es que los profesores conocían plataformas educativas que facilitaban el aprendizaje, pero dónde quedaba la impronta que da cada uno si nos abandonamos al trabajo que se nos da hecho.
– ¡Había que ser originales, había que convertir nuestros salones en sets de rodaje! ¡Íbamos a divertirnos!
Ya teníamos el espacio creado, ahora había que poner nuestras neuronas a trabajar. Había que escenificar más que nunca esas clases digitales que ahora no nos permitían el estrecho contacto que se da en el aula.
Y se han teatralizado las clases, se ha rezado, se ha cocinado en directo, se han resuelto problemas, se ha jugado, se ha aconsejado, se ha animado…. Todo ello a través de una pantalla. Hemos creado un nuevo escenario en el que aprendan y se diviertan.
Y aquí estamos, hemos salido de nuestra zona de confort y sostenemos la firme convicción de que el futuro solo lo afrontaremos con un pensamiento creativo que nos ayude a buscar caminos alternativos ante nuevos problemas.
Cerremos los ojos y demos paso a la creación de nuevas ideas.
María Luisa Ruiz de Austri
Directora